El típico flexo que casi todo el mundo tiene por casa necesitaba una pequeña actualización
Cuando me fui de casa a estudiar a la universidad me compré el clásico flexo que se ancla a la mesa con una tuerca y un soporte, estoy segura de que casi todos los de mi quinta habéis tenido uno parecido. Al regresar, hace ya un año, a mi casa me lo encontré y, aunque estaba un poquito feo (después de 5 años de carrera y unos cuantos años después por ahí guardado) yo le vi potencial.
Todo cuadró a las mil maravillas cuando puse el sillón amarillo STRANDMON de Ikea (maldita sea, ahora lo hay en turquesa también, es precioso) en el salón, necesitaba un punto de luz para leer y se me ocurrió rescatar en flexo:
Me gustaba la idea pero el negro brillante no me convencía así que me puse manos a la brocha en este caso y lo primero que hice fue desmontarlo:
En algunas fotos podéis ver lo rascado que estaba después de unas cuantas mudanzas. Cuidadín al desmontar, yo aconsejo hacer fotos de todo montado para no olvidarse luego como van los tornillos que parece una tontería pero tiene un montón de placas y enganches que luego hay que volver a poner...
Cada poco tiempo LIDL saca esta marca de Chalk Paint y a me gusta bastante. La última vez el formato del bote era más grande y un poco más caro pero había colores nuevos y compré unos cuantos, entre ellos este verde grisáceo que es mucho más bonito de lo que parece en la foto.
Os pongo esta foto para que veáis que con la Chalk Paint no hay que rendirse, la primera mano puede quedar algo así (así de horrible) pero si dejamos secar y seguimos dando manos y capas podremos llegar al resultado que queremos.
Como veis yo pinté todo: tornillos, tuercas, cables, plaquitas... todo excepto los muelles que me gustaba que quedasen metálicos y estaban en buen estado:
Y así lo he dejado, a mi mayor fan en el mundo le gusta bastante, en cuanto lo enciendo se sube al sillón amarillo, que por supuesto ya es SU sillón y yo a penas lo puedo catar:
Por supuesto no está perfecto, tiene defectos, pero creo que ahora está más integrado en el salón y queda menos pegote. Además de que es muy útil.
Espero que os animéis a pintar cositas, a veces es más gratificante pintar una lámpara vieja a la que le tienes cariño que salir y comprar una nueva... ¡o eso siento yo!
¡Hasta pronto!
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