Pizarra con forma de flecha

Las pizarras con formas se están poniendo muy de moda para cualquier tipo de evento, sobre todo para las bodas, el problema es que son demasiado caras así que he encontrado una forma de hacer pizarras con forma de flecha recicladas ¿Queréis saber cómo?

En septiembre del año pasado una de mis amigas se casó y yo le estuve ayudando a preparar varias cositas para la boda. Una de esas cosas fueron estas pizarritas con forma de flecha porque necesitábamos una forma fácil de indicar el camino a la iglesia por el pueblo para la gente que venía de fuera y después de ver los precios me animé a hacerlas yo misma.

Tenía por casa una plancha de corcho de ese que se usa como tablón de notas con chinchetas, estaba muy viejo y seguramente su último viaje hubiera sido al contenedor de la basura de no ser porque se me ocurrió construir las pizarras utilizándolo como base.

Traza las pizarras al tamaño que quieras y con la forma que prefieras, intenta que no tenga demasiadas curvas porque entonces serán más difíciles de recortar.

Utilizando un cutter recorta la pizarra insistiendo y apretando, el recorte es bastante sencillo porque después de la plancha de corcho normalmente tienen otra plancha de cartón pegada. Una vez recortada quedará algo así:

Necesitamos ahora una lija finita para dejar los cantos más suaves.

Para poder colgarla vamos a hacer dos agujeritos en la parte de arriba con un punzón, como tienen que ser suficientemente grandes como para que pase una cuerda del tamaño que tengamos en casa yo después utilicé unos alicates sacabocados.

Llega el momento de pintar y aquí está la clave de todo, para poder pintar sobre ella con tiza y obtener ese efecto de pizarra (y borrar y volver a escribir) tenemos que pintar la superficie con chalk paint o pintura de tiza del color que queramos.

Yo tenía dos tipos en casa, una era de Lidl y resultó ser verde... os pongo las fotos para que la veáis pero finalmente me decidí por la otra, la de siempre, AUTENTICO Chalk Paint y el tono se llama "Casi Negro".

Serán necesarias unas cuantas capas hasta que la superficie quede perfecta. Aquí veis todas mis pizarritas secando.

Y este es el resultado, así fue como las usamos para la boda.

Espero que os sirva de ayuda esta idea, se que la pintura es cara pero si compráis un bote pequeño os puede servir para mil cosas más...

¡Hasta Pronto!

Rescatando Barbies II

Llega el siguiente capítulo de lo que me temo será una gran saga... si te perdiste como comenzó la historia puedes ponerte al día aquí y enterarte de cómo empezó este lío

En el rescate de hoy tenemos una Babie y un Ken, los dos llegaron a mi hogar destrozados. Pagué un euro por cada uno:

Ella llegó con un vestido rojo muy ajustadito y hortera sexy que soltaba purpurina como si la vida se fuera terminar mañana (véanse las patitas de la muñeca), directo a la lavadora. El pelo estaba muy dañado y aún así conservaba parte del peinado original, ese flequillo recogido hacia atrás, el resto era un desastre. Además tenía una manchita de tinta gris en la frente y negra en los pies.

Él no había por dónde cogerlo, estaba más que sucio, arriesgué bastante porque no tenía claro en qué estado estaría el pelo estando tan enmarañado. Venía solamente con unos vaqueros de confección casera muy poco interesantes que tiré a la basura. También tenía tinta en la frente.

Después de un baño reconstituyente (y nunca mejor dicho) empecé a ver algo de belleza debajo de tanta porquería. Como ya os conté en el primer capítulo el secreto para desenredar un pelo horrible después de lavar y frotar normalmente es sumergirlo en suavizante de ropa diluido en agua muy caliente, a remojo una hora. Y después ya os dije que desinfecto todo con alcohol etílico, aprovecho también para frotar las manchas de tinta con un bastoncito, casi siempre se borran así.

¡Este chico parece otro! Para solucionar el problema del pelo alborotado en Ken le puse a un bastoncito de algodón un poco de laca y se lo fui pasando por el pelo colocándolo a mi gusto, depejándole la carita.

Los trasquilones de ella eran complicados de manejar, tuve que usar mis poquísimas dotes de peluquera para arreglar un poco el desastre y por lo menos igualar por los dos lados la melena.

Y así quedaron los dos, el vestidito de ella lo he hecho yo a mano... aún me queda mucho por aprender en materia de patronaje muñequil pero bueno, lo voy intentando:

Para averiguar quién era ella la única pista en principio fueron los pendientes dorados pero el vestido fue definitivo, yo no tenía ni idea de que ese vestido rojo fuese el original de esa muñeca... ¿qué posibilidades había? ni se me pasó por la cabeza pero resulta que sí. Gracias a él supe que mi Barbie es una Barbie Quiero Ser Estrella de Cine y en caja luciría así de mona:

Lo de adivinar quién es él es más complicado, por lo menos para mi que no soy más que una aficionada. Se que es un Ken de los 90 por el tipo de molde de cara. He estado buscando y comparando y me recuerda bastante al Ken Big Brother (no se cómo se llamó en España), es este:

Si alguien tiene alguna otra opinión estaré encantada de saberla y de rectificar lo que haga falta.

Por hoy es suficiente pero aún me quedan muchos más rescates que contaros, siempre y cuando os parezca bien.

¡Hasta pronto!

Mi flexo tiene historia

Era un flexo metálico, grande y dorado que estuvo en el escritorio de mi padre media vida... era todo eso hasta que me puse a investigar y supe que tenía delante un flexo FASE

La compañía FASE se dedicaba desde Madrid a la creación de lámparas de diseño industrial y ceniceros, todo comenzó a principios de los años 60 y ya en los 70 exportaban sus productos a países como Italia, Japón, Francia, Alemania, USA...

Fuente

Con este panorama no es de extrañar que las lámparas de esta compañía sean hoy en día uno de los recursos más apreciados en materia de diseño de interiores pero ¡ojo!, existieron muchos modelos y no todos tienen la misma relevancia. La reina del mambo es la lámpara FASE PRESIDENT, si te suena es porque Don Draper la tuvo en algunos de sus escritorios en Mad Men:

¿Qué tienen en común Indiana Jones y Toni, el hijo mayor de Antonio Alcántara en Cuéntame?

Este es el modelo más valorado hoy en día, ronda los 300 euros, ahí es nada.

Pero no, este no es mi flexo FASE, el mío es modestito. El modelo se llama FARO y aunque esto parezca un trabalenguas para no liarse lo mejor es distinguir el modelo, el flexo FARO FASE también ha salido en Cuéntame, en el primer episodio de la temporada que estrenaron la semana pasada:

El mío, en su origen allá por los años 70, era tal cual pero con los años sufrió muchas modificaciones, la principal fue el color, pasó de un dorado apagado a un gris brillante que es como me lo encontré yo al llegar a esta casa:

Siempre me gustó y tenía claro (incluso antes de saber qué era un flexo FASE) que quería conservarlo. El primer arreglo fue el cable, estaba machacado y no funcionaba y luego me puse manos a la obra con el color. Después de saber que se trata de un flexo mítico quizá a alguien le parezca terrible que lo haya pintado a mi gusto pero tenéis que tener en cuenta que me lo encontré prácticamente destrozado, en las imágenes no se ve a penas lo mal que estaba.... una restauración profesional al modelo original era inviable y, sobre todo, carísima. Así que lo adapté a mi estilo:

Desmontarlo en piezas en bastante sencillo, la base es una peana muy pesada que se desenrosca del resto (aquí arriba podéis ver que está un poquito abollada) y el casquillo de la bombilla también tiene mucha movilidad para pintar de forma más cómoda. Decidí dar un acabado dorado en spray tanto al interior de la pantalla como al brazo metálico (era necesario porque el esmalte metálico original estaba gastado en muchos puntos y se veía muy feo).

En contraste pinté el resto que estaba en gris brillante de rosa mate, varias capas como siempre.

Y el resultado para mí es un flexo único, lo tengo en mi escritorio y lo uso a diario, estaba olvidado y de otra forma quizá hubiera terminado en un contenedor de basura. 

Creo que mi flexo FARO FASE rosa y dorado tiene aún mucha luz que dar y esconde además una de esas historias de triunfo del diseño español más allá de nuestras fronteras que personalmente tanto me gustan.  

¡Hasta pronto!