Ha llegado el momento de reciclar esos mapas viejos de carreteras y ciudades que todos tenemos en casa y convertir una lámpara aburrida y sosa en algo nuevo
Desde hace tiempo tenía una idea para personalizar una lámpara de Ikea, de esas que se compran por separado el pie y la pantalla. El pie es un HEMMA negro y la pantalla creo que era una JÄRA blanca que ya estaba bastante viejita y algo descolorida en algunas zonas.
Al llegar a esta casa me encontré con un montón de mapas de carreteras y ciudades antiguos, hoy por hoy son poco útiles pero normalmente son trozos de papel muy grandes y no los tiré porque pensé que podría usarlos para algo.
Así tengo la lámpara en casa, sobre la estantería Kallax que compré en Madrid en negro pero que terminé pintando de blanco (¡cómo no!):
¿De dónde sale la inspiración para reciclar estos mapas viejos? Pues de Pinterest, ese lugar tan maravilloso al que acudir en busca de ideas. Allí encontré esta lámpara de techo de Ikea Hackers que es una preciosidad:
Si no tienes mapas para reciclar quizá te sirva otra cosa, como por ejemplo:
Para pegarla a la pantalla la herramienta principal es la paciencia, el pegamento en spray también es de ayuda y, por supuesto, unas tijeras y unas pinzas te facilitarán la tarea.
A la hora de elegir el mapa yo tenía muchas opciones, para decidirme por uno o por otro desplegué todos y estuve viendo los colores.
No te conformes con colocarlo de cualquier forma (te entrarán ganas), busca una vista que te guste y unos colores que no desentonen con la ubicación.
Para pegar mi método ha sido rociar el pegamento en spray sobre papel y pantalla, si utilizas este pegamento asegúrate de que sea reposicionable y no fijo, esto te permitirá levantarlo y rectificar burbujas o malas posiciones.
Calcula bien la cantidad de mapa que vas a necesitar y no cortes hasta estar bien seguro.
Para que quede bien pegado haz rodar la pantalla sobre el papel del mapa en una superficie plana, lo suyo es usar una buena mesa con espacio. Usa las pinzas que necesites hasta que el pegamento esté seco.
Para rematar los bordes mucha paciencia, puedes seguir usando el pegamento de spray o otro con el que estés más cómodo para esas zonas menos accesibles y pequeñas. Ve doblando y pegando.
Y este es el resultado, a mi me encanta y aunque se marquen los pliegues del mapa creo que precisamente eso la hace más especial. Mi objetivo era cambiarla, reciclar algún mapa antiguo y darle un toque nuevo al rincón y creo que está conseguido.
Para que se quede un poco más protegida puedes optar por barnizarla con barniz en spray o simplemente con la mezcla de cola blanca y agua clásica, que es lo yo he hecho. De esta forma podemos pasarle un pañito para limpiarla y se queda mucho más fija y dura.
¡Hasta pronto!